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23.03.21

El fallo condena a dos negocios abiertos por una hija de los anteriores dueños a dejar de usar esa denominación en sus rótulos para evitar confundir a los granadinos. 

Solo las nueve cafeterías y pastelerías Puerta Bernina que existen en Granada y el Cinturón, cuyo propietario es Francisco Puerta, pueden usar la marca registrada ‘Bernina’ en su denominación. Así lo ha dispuesto el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Granada, que ha zanjado de este modo el litigio que existía sobre el uso de esa denominación.

El pleito lo inició el legítimo propietario de la marca a raíz de que una hija de los anteriores propietarios del nombre abriera dos negocios en la capital empleando la palabra Bernina en sus rótulos. Uno está situado en la calle Almizcleros, justo detrás de la cafetería puerta Bernina que se encontraba localizada en Gran Vía. El otro se halla en Acera del Darro, en una ubicación próxima al establecimiento de Puerta Bernina en Puerta real.

« Para mí, lo más importante de esta sentencia es el reconocimiento de que la marca es mía, porque es así, y de este modo evitar la confusión del público, que también es importante», expresa el empresario Francisco Puerta, que adquirió la marca ‘Bernina’ solamente en su apartado de negocios de hostelería: el epígrafe 42.

No hay que olvidar que hay otro productos registrados con ese nombre, pero en otros epígrafes, como por ejemplo las máquinas de coser Bernina. Aquella transmisión se produjo el 29 de agosto de 2012 y quedó plasmada en un contrato firmado con los anteriores propietarios, tres hermanos que años antes habían adquirido la marca a una empresa pastelera originaria de Berna (Suiza).

Cuando fue consultado por este diario en los primeros días de marzo, el fallo, dictado por el magistrado Rafael Leonés Valverde, aún no era firme. En la resolución se establece que el único que puede usar la palabra ‘Bernina’ para ‘apellidar’ un negocio de esa naturaleza es Francisco Puerta, que posee obrador propio en Santa Fe.

De los establecimientos que tiene fuera de la capital, dos están en el Nevada Shopping de Armilla y uno en el Granaita de Pulianas. En la ciudad, aparte de los de Gran Vía y Puerta Real, hay en Recogidas, calle Alhóndiga, Emperatriz Eugenia y Torre de la Pólvora.

La sentencia

La sentencia, a la que ha tenido acceso IDEAL, está fechada el 24 de febrero y desautoriza a usar la marca a quien lo estaba haciendo: la entidad Bernina 1930 SL, que finalmente no ha dado su versión al periódico. « Es como si vendes un piso y, una vez vendido, metes dentro a tu hija», señala Francisco Puerta para resumir lo que ha sucedido en su caso, en el que ha sido el demandante. Ahora la justicia lo respalda como único legitimado para usar ese nombre «para los servicios de cafetería, bar, snack y restaurante».

Sus anteriores propietarios sí figuran como cotitulares de la marca para su empleo en productos como café, té, cacao, azúcar, arroz, tapioca o sucedáneos del café, así como harinas y preparaciones hechas de cereales, pan, pastelerías y confitería, helados comestibles, miel, jarabe de melaza, levaduras, polvos para esponjar, sal, mostaza, vinagre, salsas (con excepción de salsas para ensaladas), especias e hielo. Es decir, se pueden hacer dulces con esa denominación, pero no llamar así a su negocio.

«Declaro-señala el juez- que el uso que está dando Bernina 1930 SL a la marca ‘Bernina’ en un establecimiento dedicado a las actividades de cafetería, bar, snack o restaurante constituye una infracción o violación de mis derechos de la propiedad industrial» del actual dueño de la marca.

La empresa infractora deberá indemnizar a Francisco Puerta con el 1% de su cifra de negocio mientras usó la marca.

Así condena a la referida entidad «a cesar de inmediato y abstenerse en el futuro» de usar la marca en relación a los servicios de cafetería, bar, snack o restaurante para evitar confusiones, así como «a la retirada del tráfico económico de cuantos documentos de publicidad, cartelera, redes sociales, página web, internet, letreros, rótulos, materiales o productos de cualquier clase que sirvan o den soporte a la marca ‘Bernina’». Deberá, aparte, publicar el fallo en su perfil de Facebook y en TripAdvisor.

En la esfera económica, la entidad infractora deberá indemnizar a Francisco puerta con el 1% de la cifra de negocio realizada por sus establecimientos mientras usaron la marca. Asimismo, el juez dispuso que tendrían que pagarle 600 euros «por día transcurrido hasta que se produzca la cesación efectiva de la violación marcaria». Puerta, que se siente tan orgulloso de su expansión empresarial como de todos y cada uno de sus empleados, abrió su primer negocio en septiembre de 2012 en Recogidas y tiene previsto inaugurar otras dos cafeterías en Maracena (en un par de meses) y en Albolote (a finales de año).